Bajo nuestros pies se esconden cavernas y túneles subterráneos modificados por el hombre hace miles de años cuyas construcciones son todavía un enigma

La humanidad antigua nos dejó secretos que la arqueología no ha podido resolver. Entre ellos están las cavernas y túneles con particularidades misteriosas.

Estructuras imposibles en lugares recónditos de nuestro amplio mapa global. Incluso, modificaron lugares subterráneos de un modo increíble. ¿Quiénes las erigieron y por qué motivo?

Algunos investigadores aseguran que su origen se debe a formaciones naturales, pues cualquier otra explicación se enfrentaría a la fábula tradicional.

Pero otros están convencidos, de que no solo son construcciones artificiales, sino de que una intervención de otro mundo ayudó a nuestros antepasados en su construcción.

A continuación, te presentamos tres ejemplos muy peculiares de este tipo de construcciones que se encuentran en distintos continentes.

Tres paradigmas para la comunidad científica, quien se sigue preguntando cómo es posible que la humanidad pudiera llevar a cabo semejantes obras arquitectónicas.

La recóndita Cueva de los Tayos

Encontrada oficialmente en el año 1976, se ubica al sureste de Ecuador, en la cordillera de Los Andes.

Un gran número de profesionales trabajó en la expedición que derivó en el confabulado hallazgo de la «formación geológica» conocida como la Cueva de los Tayos.

Los nativos indígenas shuar, ya conocían de esta profunda caverna, la cual sorprendía por su entrada de 70 metros de profundidad totalmente vertical.

La expedición causó una revolución. De hecho, levantó tanto interés que el gobierno de Ecuador y el de Reino Unido financiaron el trabajo.

El arqueólogo Juan Moricz, quien dirigió la expedición, halló en las profundidades de la cueva una especie de concavidad secreta que resguardaba una serie de hojas metálicas.

En ella, se encontraba escrito lo que parecía ser el origen verdadero de la humanidad.

Fue tanto el interés que levantó, que el astronauta Neil Armstrong descendió a la caverna para investigar por su cuenta.

Armstrong estaba convencido de que se trataba de los vestigios de una civilización antigua desconocida o incluso, una prueba de que seres de otros mundos estuvieron en la Tierra.

El Inframundo de Chichén Itzá

Tras la exploración de dos de los corredores que comienzan en una pirámide más pequeña llamada “El Osario”, los especialistas descubrieron que los mayas lo habían sellado a propósito con piedras.

El investigador que lideró el equipo del Gran Acuífero Maya, Guillermo de Anda, afirmó que lo más probable es que dicho cenote esté bajo El Castillo.

Estos cenotes eran la entrada del inframundo. Al menos, así eran considerados en la antigüedad.

Asimismo, dichas formaciones subterráneas eran la única fuente de agua dulce en Yucatán, lo que permitió a sus pobladores sobrevivir por tantos años.

En los alrededores de Chichén Itzá hay cuatro cenotes que se aprecian a simple vista.

Sin embargo, cuando se descubrió uno más, oculto bajo el castillo, las preguntas se hicieron obvias ¿Cómo lo construyeron?

La ciudad subterránea Derinkuyu

Cercado hacia el sur por la cordillera del Tauro, hacia el sur y norte por el mar Negro, se encuentra Capadocia, en la zona central de Turquía.

Allí se hallan extrañas figuras esculpidas en las rocas volcánicas que se originaron con el paso del tiempo.

Estas rocas se convirtieron en las moradas de los antiguos pobladores que habitaban la región.

Sin embargo, lo que se creyó en un principio que eran formaciones naturales, quedó en tela juicio cuando en 1963, mientras se reconstruía una caverna, se descubrió un extraño pasadizo.

Inquietos por la curiosidad, se adentraron por el pasillo descubriendo una ciudad subterránea de miles de años de antigüedad con más de 85 metros cuadrados de profundidad.

Esta urbe posee 13 niveles completos, todos con canales de ventilación y 15.000 pequeños conductos para los espacios más profundos.

Una construcción alucinante capaz de albergar a 25.000 personas, además de tener almacenamiento, prensas para vino, establos y más.

Todo esto construido en roca débil que tuvo que ser reforzada con pilares, lo que indica que, notoriamente, se trata de una construcción artificial hecha por una inteligencia superior.

El misterio de para qué se construyó y quiénes pudieron ayudar a nuestros antepasados, sigue dividiendo a los investigadores y arqueólogos.

Muchos expertos especulan que pudo construirse para protegerse temporalmente de invasores.

Su datación la ubica 800 a. C., se cree que erigió por los frigios, pueblo que existió en la edad de bronce y son parientes de los troyanos.

Otros opinan que fueron los Hititas, una casta de guerreros mencionada en la Biblia.

Y algunos creen que es mucho más antigua, y está relacionado con los “antiguos astronautas”.

Sea cual sea el origen de estas tres maravillas de la antigüedad, lo innegable es que son realmente alucinantes.

¿Qué opina sobre estas impresionantes estructuras subterráneas? Deje su comentario a continuación.

(Con información de planetamagnifico.com)