Seguramente has escuchado hablar alguna vez sobre el Proyecto Pegasus, pero, ¿sabes realmente sobre qué trata?
En el año 2004, el abogado con sede en Washington Andrew D. Basiago comenzó a contar la historia de una organización de alto secreto llamada Proyecto Pegasus.
A pesar de que sólo tenía 7 años de edad en ese momento, Basiago afirmó que de 1968 a 1972, participó en una serie de experimentos extraños que lo llevaron a través de un viaje a través del tiempo, del espacio y, potencialmente, a universos paralelos.
“El Proyecto Pegasus fue un programa clasificado relacionado con la defensa de investigación y desarrollo bajo la Agencia de Defensa de Proyectos de Investigación Avanzados (DARPA)”
“En este proyecto, la comunidad de defensa técnica de los Estados Unidos logró un viaje en el tiempo en nombre del gobierno de EEUU, el verdadero Experimento Filadelfia”, decía la Declaración de la Misión del Proyecto Pegasus.
La misión del Proyecto Pegasus fue estudiar los efectos de los viajes en el tiempo y la teleportación en los niños, así como transmitir información importante acerca de eventos pasados y futuros al presidente de los Estados Unidos, la comunidad de inteligencia y militar.
Según Basiago, los niños fueron reclutados específicamente por su capacidad para adaptarse “a los acordes de movimiento entre el pasado, presente y futuro”. Pero, ¿cómo?
Mientras Basiago afirma que había varios dispositivos de viaje en el tiempo en el trabajo durante esos experimentos, la mayoría de sus aventuras temporales se pueden atribuir a nuestro viejo amigo Nikola Tesla.
Unos documentos supuestamente recuperados del apartamento de Nueva York de Tesla después de su muerte en enero de 1943, reveló el esquema de una máquina de teletransporte, dados sus grandes conocimientos.
El uso de algo que Basiago denomina como “energía radiante”, ayudó a la máquina a formar una “cortina brillante” entre dos brazos elípticos.
“La energía radiante es una forma de energía que Tesla descubrió que es latente y omnipresente en el universo, y que tiene entre sus propiedades la capacidad de doblar el espacio-tiempo”, dijo Andrew Basiago.
Pasando a través de esta cortina de energía, Basiago entraría en un “túnel vortal” que lo enviaría a su destino.
Los otros dispositivos de teletransporte incluyen una “cámara de confinamiento de plasma” en Nueva Jersey y una “sala de salto” en El Segundo, California.
También hubo algún tipo de “tecnología holográfica”, lo que les permitía viajar “tanto física como virtualmente”. Sin embargo, no siempre estuvieron a salvo.
Uno de los cohortes de Basiago, Alfred Webre, recuerda un caso en el que un niño regresó de su viaje temporal antes que sus piernas.
Como él mismo dijo: “Se retorció de dolor, teniendo sólo muñones donde antes estaban sus piernas”. Estos errores, de acuerdo con Webre, se resolvieron en aproximadamente 40 años desde que se iniciaron los experimentos.
Entonces, ¿a dónde viajó Basiago durante estos experimentos? Varios de sus viajes lo llevaron a la década de 1800. En una ocasión, se encontró en Gettysburg el 19 de noviembre de 1863, el día que el presidente Abraham Lincoln dio su famoso discurso.
Tal como Basiago cuenta la historia, lo habían vestido como un “Union bugle boy”. Basiago también viajó al Teatro Ford en la tarde que el presidente Lincoln fue asesinado.
De hecho, los hizo varias veces, incluso pudo ir por sus propios medios, a pesar de que en realidad nunca fue testigo del asesinato.
Cada viaje, según dijo, fue un poco diferente al anterior, lo que llevó a Basiago a creer que no se trató de un simple viaje en el tiempo en el trabajo, sino que estaba siendo enviado a “realidades alternativas ligeramente diferentes en líneas de tiempo adyacentes”.
No cabe duda de que, lejos de saber si toda la historia de Basiago es real o falsa, aunque se recoge como cierta en todos los informes de la época, es bastante interesante.
Habrá que esperar para ver qué ocurre en el futuro..
(Con información de ufospain.es)