Qué son los planetas errantes y cómo nos ayudarían a viajar a través del espacio

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La profesora Irina Romanovskaya propone el uso de los planetas errantes como “medios de transporte” para localizar otros sistemas solares.

Llegará un momento en que planetas como Mercurio, Venus y la Tierra (y probablemente Marte) se enfrenten a su irremediable fin. El sol se convertirá en una monstruosa gigante roja que los devorará. Ante este escenario apocalíptico, los seres humanos se verán en la necesidad de conquistar otros sitios del universo para escapar y preservar su especie. Pero ¿cómo hacer viajes interestelares si todavía no se tienen las condiciones de abandonar este sistema solar a bordo de una nave que nos lleve a otro destino? La respuesta pueden ser los planetas errantes, según la tesis de una investigadora.

¿Qué son los planetas errantes y cómo nos ayudarían a viajar a través del espacio?

Irina Romanovskaya es profesora de física y astronomía en el Colegio Comunitario de Houston. De manera reciente publicó un artículo titulado Migración de civilizaciones extraterrestres y colonización estelar: implicaciones para SETI y SETA, en el cual Romanovskaya propone que los planetas errantes, también conocidos como planetas rebeldes, podrían ser la mejor alternativa para desplazarse a través del espacio en lugar de las naves espaciales.

Un planeta errante no pertenece a ninguna galaxia, es decir, no está atado a la atracción gravitacional de ningún sol. Por lo tanto, se desplazan completamente a sus anchas a través del espacio. Casi como si fuera una nave espacial lista para ser abordada.

Una civilización que tenga los conocimientos adecuados para localizar uno de estos planetas, podría colonizarlo. Después lo aprovecharía como guarida o transporte provisional para hallar un sistema solar con un planeta habitable. Una vez localizado este destino, la humanidad abandonaría el planeta errante para colonizar su nuevo hogar.

“Propongo que las civilizaciones extraterrestres pueden utilizar los planetas de flotación libre como transporte interestelar para alcanzar, explorar y colonizar sistemas planetarios”, escribe Romanovskaya. Y a la hora de buscar otras civilizaciones, estos esfuerzos podrían dejar tecnofirmas y artefactos.

“Propongo posibles tecnofirmas y artefactos que pueden ser producidos por civilizaciones extraterrestres que utilizan planetas de flotación libre para la migración interestelar y la colonización interestelar, así como estrategias para la búsqueda de sus tecnofirmas y artefactos”, dijo.

¿Y dónde se encuentran esos planetas errantes?

En 2021, un equipo de investigadores anunció el descubrimiento de entre 70 y 170 planetas rebeldes, similares en tamaño a Júpiter, en una región de la Vía Láctea. Un año antes, en 2020, un estudio sugirió que podría haber hasta 50.000 millones de planetas errantes en nuestra galaxia.

La mayoría de ellos son expulsados de sus sistemas solares debido a eventos gravitacionales, pero algunos pueden formarse por acreción, como lo hacen las estrellas.

Los inconvenientes en caso de llegar a un planeta errante

No sería para nada sencillo. Los planetas errantes suelen ser lugares que no reciben suficiente energía de ninguna estrella cercana y generalmente son lugares fríos donde no existe la vida.

Quizás podría elegirse un planeta enano que ya tenga un fuente interna de calor natural, de lo contrario, generar el calor interior adecuado sería complicado.

“Por lo tanto, en lugar de hacer de los planetas que flotan libremente su hogar permanente, las civilizaciones extraterrestres utilizarían los planetas que flotan libremente como transporte interestelar para llegar a otros sistemas planetarios y colonizarlos”, escribe Romanovskaya.

Aunque la misma investigadora señala que “los planetas que flotan libremente pueden proporcionar una gravedad superficial constante, grandes cantidades de espacio y recursos. Los planetas de flotación libre con océanos superficiales y subterráneos pueden proporcionar agua como recurso consumible y como protección de la radiación espacial”.

La fantasía de las naves generacionales

Romanovskaya es consciente de que aguardar la llegada de un planeta errante podría tardar cientos o miles de años. En cambio, para ello propone que se podría usar un planetoide o un asteroide gigante. Todo consistiría en colocar propulsores para desviar el curso de este objeto espacial en la órbita adecuada.

Por otro lado, las películas y novelas de ciencia ficción nos han llenado la imaginación (y las esperanzas) con las llamadas naves generacionales. Éstas son naves colosales con la capacidad de albergar generaciones enteras de humanos que morirían y nacerían hasta llegar a un planeta habitable. Sin embargo, esto es algo que ese encuentra aún en el terreno de la fantasía.

Por ello es que abordar un planeta errante parece ser la opción más viable hasta el momento, según la tesis de Irina Romanovskaya.

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