Por qué las ventanas de los aviones ya no son cuadradas: todo cambió en los años 50 (y menos mal)

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Quizás eres de los que al subir a un avión le entran los siete males. O de los que buscan como sea la ventanilla para pasarse todo el vuelo mirando asombrado lo que queda bajo él. Seas del tipo seas, te habrás fijado en la forma peculiar que estas tienen. No se parecen a ninguna otra, ni las ventanas de un coche, ni las de un barco (para las que también podríamos dedicar un artículo aparte)… Son, de hecho, una mezcla de todas y de ninguna.

Más allá del transporte, estamos acostumbrados a ver ventanas cuadradas y rectangulares a nuestro alrededor. En el caso de las de los aviones (llamadas ojos de buey) son siempre de forma redonda, pero sin ser redondas del todo. Eso sí, no siempre ha sido así. Hace varias décadas, cuando comenzó la fabricación de aviones comerciales, las ventanas cuadradas eran la norma. Entonces, ¿por qué cambiaron?

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