Científicos analizan huellas encontradas en una isla de Creta en el 2017 y su datación es más antigua de lo que se pensaba.
Huellas en la arena
Los restos óseos de nuestros antepasados aún constituyen evidencia limitada para analizar y comprender su historia. Afortunadamente, podemos valernos de otro tipo de registro conservado en el tiempo, como huellas que se impregnaron en la arena de una isla en Creta hace millones de años.
En el año 2017, un equipo de investigadores encontró y analizó una serie de más de 50 huellas en la playa de Trachiolos. En ese momento se se pensaba que pertenecían a una antigua especie parecida a un homínido de hace 5,7 millones de años.
Sin embargo, el tiempo y la geología estuvieron de nuestro lado esta vez y conservaron las huellas más tiempo de lo que se estimaba. Un nuevo estudio publicado en Scientific Reports, sugiere que tendrían 6.05 millones de años, eso es 350.000 años más antiguas. Convirtiéndose en mayores que Lucy, la famosa Australopithecus afarensis que vivió hace 3,9 millones de años.
Los autores del estudio fueron capaces de ajustar la fecha utilizando métodos paleomagnéticos y micropaleontológicos en la playa de Trachiolos para analizar las 57 muestras.
El tatarabuelo
Pero estas huellas no parecen pertenecer a la especie de Lucy. Los investigadores consideran que podrían ser de Graecopithecus freybergi, un primate conocido por su dentadura que se cree tiene 7,2 millones de años. Este sería nuestro tatarabuelo, pues es nuestro ancestro directo más antiguo: apareció poco después de que nuestro linaje se separó de los chimpancés.
«No podemos descartar una conexión entre el productor de las pistas y el posible Graecopithecus freybergi prehumano», señaló Madelaine Böhme, paleontóloga de la Universidad de Tübingen.
Los especialistas estudian las características de sus pies, basándose en las huellas, y aseguran que su «morfología incluye caracteres actualmente considerador exclusivos de los homínidos. Tal como un hallux robusto y no divergente colocado junto al dedo II en el margen distal de la planta y los dígitos del II al IV que se vuelven progresivamente más cortos».
«Estos se combinan con rasgos genéricos de los primates, como la ausencia de un arco medial longitudinal, una suela proporcionalmente más corta y un talón que no es bulboso«.
Debate servido
Aunque no todos estén de acuerdo. Algunos investigadores sugieren «que las huellas de Trachilos pueden haber sido hechas por un primate no homínido con un hallux en aducción y lo ilustraron con referencia a la huella de un gorila».
No obstante, Böhne y su equipo explican que ninguno de los argumentos ha descartado que estas huellas pertenezcan a un antepasado humano temprano como G. freybergi.
Además, no solo la fecha de las huellas es materia de debate, sino toda «la historia evolutiva y los patrones de dispersión de los homínidos los son».
«A pesar de las numerosas publicaciones que sugieren un origen en África, existen evidencias para indicar que los primeros homínidos habrían evolucionado en Eurasia. La evidencia de la presencia de un homínido del Mioceno en Europa incluye tanto el cuerpo como los restos fósiles».
(Con información de robotitus.com)