Los Hashshashin

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Una de las sectas de asesinos más importantes de la historia

(Mundo misterio).- Fue en la época en que el infinito mar de arena de Oriente Próximo lucía imponente e inexplorado, cuando apareció un grupo de hombres que supo dominar el arte de cegar vidas. Desde los albores del primer mileno, quedarían grabadas con sangre las letras que describen las actividades de una hermandad que en nuestros días, produce asombro e incluso, ha servido de fuente de inspiración para guiones de películas y videojuegos.

Pero antes de ahondar en las raíces de los Hashshashin, tenemos que entender las dos vertientes más importantes dentro del islam. Tras la muerte de Mahoma en el año 632 d.C., una parte del pueblo musulmán propuso que Ali Ibn Abi Talib, primo del profeta, estuviese al frente del califato por su parentesco con éste. A ellos se les conoce como chiitas y representan hoy en día una minoría dentro de esta religión. Sin embargo, otra facción consideró que lo más importante era escoger como sucesor a un hombre árabe que fuese miembro de la tribu de Quraish de la cual procedía Mahoma. Ellos se hacen llamar sunitas y además del Corán, consideran sagrada la Sunna, es decir, la colección de frases y actos atribuidos a Mahoma que son transmitidos verbalmente.

Regresando al tema que nos atañe, los Hashshashin tienen un origen que nos lleva hasta una comunidad de nizaries, secta de ismaelitas que representan una facción minoritaria del chiismo en Irán. Liderados por Hassan-i Sabbah más conocido como “El Viejo de la Montaña”, fue un grupo que cometió asesinatos políticos para devolver la virtud al islamismo, entre los años 1094 y 1258. Solían esconderse entre las áridas montañas de Persia y Siria, mimetizándose con el ambiente, siendo uno solo con el desierto y estando siempre dispuestos a cumplir las órdenes de su imponente líder.

La persona detrás de esta secta de consumidores de hashish, palabra de donde proviene su nombre; es recordado por su astucia, ambición y la capacidad de convencer a sus subordinados con sustancias alucinógenas. Algunos historiadores establecen que Hassan-i Sabbah suministraba a sus discípulos hashish para que disfrutaran de diversos placeres carnales y luego obligarlos a cometer crímenes con la promesa de hacerlos regresar al paraíso.

Un relato de la antigüedad nos cuenta que un forastero amenazó con conquistar Alamut, fortaleza utilizada por los nizaríes en la Edad Media. En su arenga, el visitante retó a “El Viejo de la Montaña”, diciendo que sus hombres eran los más valientes de todos, a lo que Hassan-i Sabbah respondió ordenando a lanzarse al vacío a varios de sus lugartenientes, quienes obedecieron sin dudarlo.

Según algunas de las crónicas consignadas durante la época de las cruzadas, pronunciar el nombre de los Hashashins hacía temblar a cualquier caballero que sabía que enfrentar a uno de estos guerreros, los llevaría hasta la muerte.

En la búsqueda de eliminar a sus objetivos religiosos y políticos, este grupo adoptó varias estrategias militares populares en la Edad Media. Uno de esos métodos fue la eliminación selectiva de figuras rivales prominentes, cuyos asesinatos solían efectuarse en espacios públicos con el propósito de intimidar a otros posibles enemigos.

Eran expertos en “furusiyya”, también conocido como el código del guerrero islámico, donde se entrenaban en el uso de camuflajes, equitación y combate a mano armada. Los Hashashins tenían un estricto código de conducta donde nunca permitieron que sus mujeres estuvieran en sus fortalezas durante las campañas militares, para protegerse y mantener en secreto su posición. También eran adiestrados en el arte de la guerra, lingüística y estrategias que les permitieran sacar cualquier ventaja de sus enemigos. Durante casi dos siglos, esta secta se especializó en asesinar con gran eficacia a sus rivales políticos y religiosos.

Finalmente, fueron erradicados por el Imperio Mongol durante la invasión de Corasmia. En este proceso, los mongoles sitiaron la fortaleza de Alamut en diciembre de 1256, siendo recapturada por los Hashashins durante unos meses en el año 1275. Posteriormente, su rebelión fue sofocada y fueron aplastados, perdiendo su poder militar para siempre.

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