Una serie de entrevistas en una universidad privada, concretamente la Anáhuac campus Mérida, reabrió el debate sobre la burbuja en la que viven la mayoría de los estudiantes de estas instituciones. El creador de contenido Soy Mirrey preguntó a varios estudiantes de esta escuela si sabían qué es la pobreza extrema y qué harían para salir de ella. Las respuestas dejaron con la boca abierta a todos, porque nunca termina de sorprender la mentalidad ‘de tiburón’, la ignorancia y el prejuicio que prevalecen en algunas personas que pertenecen a sectores privilegiados de la sociedad.
“Trabajar, no rendirse”. “Hacer inversiones”. “Me pondría a vender algo, unas galletas”. ¿Y si no tienes dinero para invertir en galletas? “Le pediría dinero a mi papá”. Y hubo más: “trabajar en un Oxxo”, “Conseguiría un suggar daddy”. El compilado de respuestas causó tanta risa como indignación: “Yo inventaría un negocio”. “Vendería fotos de mis pies”. “Pediría limosna y con ese dinero emprender”. “Me casaría con alguien con dinero”.
Y sí, antes que nada, resulta fundamental decir que no todos los estudiantes ni de esta universidad ni de otras privadas piensan del mismo modo. Pero incluso muchos estudiantes o exestudiantes confirmaron que esa mentalidad es la que prevalece en ese entorno. No se puede negar lo evidente y tampoco se puede adjudicar al mero hecho de estudiar en una universidad privada. La burbuja social se constituye en diversos ámbitos y el académico es solo uno de ellos.