La tierna historia de la familia que viaja por el mundo antes de que sus hijos se queden ciegos

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El objetivo de la familia Lemay-Pelletier es que los niños guarden en la memoria la mayor cantidad de recuerdos visuales posible.

La familia Lemay-Pelletier está compuesta de seis miembros: Edith Lemay y Sébastien Pelletier, casados desde hace 12 años, y sus hijos Mia, Colin, Laurent y Leo.

Los tres hijos mayores fueron diagnosticados con una enfermedad llamada retinosis pigmentaria, la cual les provocará ceguera permanente a la mediana edad. No hay nada que se pueda hacer por revertir la situación, según los médicos que tratan a los niños.

Por ello es que Edith y su esposo Sébastien trazaron un plan: viajar un año por el mundo en familia para dotar a sus hijos de la mayor cantidad de recuerdos visuales posible.

“Pensé: ‘No voy a enseñarle un elefante en un libro, voy a llevarla a ver un elefante de verdad”, explica Edith Lemay. “Y voy a llenar su memoria visual con las mejores y más bellas imágenes que pueda”.

Tanto ella como su marido ya eran viajeros consumados antes de convertirse en padres. Pero hoy la necesidad de viajar cobra una importancia mayúscula para la familia. Gracias a que Sébastien recibió unas acciones que tenía acumuladas en la empresa en la que trabajaba, sus ahorros se vieron fortalecidos para hacer un viaje de un año en familia.

Según el Instituto Nacional del Ojo en los EE.UU., los síntomas de la retinosis pigmentaria suelen comenzar en la infancia, y la mayoría de las personas acaban perdiendo la mayor parte de la vista.

“Van a tener que ser muy resilientes durante toda su vida”, añade Lemay. Ella está consciente de que Mia, Colin y Laurent tendrán que ajustar su vida a medida que su vista empeore.

Todo lo que importa es la aventura y las experiencias

Con la llegada de la pandemia de covid-19, se vieron obligados a retrasar su viaje varios años. Finalmente salieron de Montreal en marzo de 2022 sin un itinerario fijo.

“En realidad nos fuimos sin itinerario”, dice Lemay. “Teníamos ideas de dónde queríamos ir, pero planeamos sobre la marcha. Quizá con un mes de anticipación”.

La familia Lemay-Pelletier comenzó su viaje en diversos sitios de África, como Namibia, donde vieron de cerca a elefantes, cebras y jirafas, antes de dirigirse a Zambia y a Tanzania, para luego volar a Turquía, donde pasaron un mes.

A continuación, la familia se dirigió a Mongolia, antes de pasar a Indonesia. “También nos centramos mucho en la fauna y la flora. Vimos animales increíbles en África, pero también en Turquía y otros lugares”, explica Pelletier.

“Así que intentamos que vean cosas que no habrían visto en casa y que vivan experiencias increíbles”.

Mia, de 12 años, conoce su enfermedad desde los siete; sin embargo, sus hermanos Colin y Laurent se enteraron más recientemente y sus dudas sobre ello van apenas en aumento.

“Mi pequeño me preguntó: ‘Mami, ¿qué significa ser ciego? ¿Voy a conducir un auto?”, dice Lemay. “Tiene cinco años. Pero poco a poco va entendiendo lo que pasa. Fue una conversación normal para él. Pero para mí fue desgarrador”.

Un viaje que inspira

La familia Lemay-Pelletier relata a través de sus redes sociales el propósito y el progreso de su viaje. Siempre señalan lo afortunados que son de poder hacer esto antes de que para sus hijos sea imposible poder disfrutar de las visiones de la naturaleza.

Edith Lemay y Sébastien Pelletier se centran en vivir el presente, siempre sabiendo que el progreso de la enfermedad de sus hijos es inminente. La familia regresará a Quebec en marzo de 2023, pero se enfocan en vivir el aquí y ahora sin pensar en lo que les depara el futuro.

Pese a que el hecho de que los niños se queden ciegos parece inminente, hay una leve esperanza en la mente de sus padres.

“Esperemos que la ciencia encuentre una solución”, dice Pelletier. “Cruzamos los dedos por eso. Pero sabemos que puede ocurrir, así que queremos asegurarnos de que nuestros hijos están equipados para afrontar estos retos”.

Por lo mientras, el viaje continúa y hay mucho que valorar en ello, como el hecho de que la experiencia ha servido para que los lazos familiares sean cada vez más sólidos.

“Este viaje nos ha abierto los ojos a muchas otras cosas, y realmente queremos disfrutar de lo que tenemos y de la gente que nos rodea”, dice Pelletier.

(Con información de Muy Interesante)

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