Inglaterra.- Durante el juicio para clarificar la muerte de Stephen Payne, el forense Ian Wade declaró que el alto consumo de refresco durante las últimas semanas de vida del finado presuntamente fue un factor relevante.
Stephen Payne de 61 años de edad, falleció en la ciudad de Beaconsfield, perteneciente a Inglaterra.
De acuerdo a la información que relata el medio Mirror.co el pasado 11 de agosto del 2020, Payne acudió a un restaurante-bar acompañado de una compañera, en el sitio ambos pidieron de comer, no obstante, él no pudo terminar su comida.
Dijo que se encontraba lleno y no podía terminar el platillo, pero como aún sentía sed, ordenó dos refrescos.
Tras ello, iría a su casa y horas después mientras estaba con su pareja, se comenzó a sentir mal, de modo que se sentó en el suelo. Asustada por lo que ocurría, su pareja quiso llamar a los servicios de emergencia, sin embargo, Stephen Payne le dijo que no lo hiciera.
Tras pasar varios minutos en el suelo sin poder levantarse, la pareja solicitó ayuda a un vecino y cuando intentaron incorporarlo él parecía no responder. Ante esta situación llamaron a los servicios de emergencia, quienes momentos después confirmaron la muerte del hombre.
Stephen Payne era un hombre que sufría de epilepsia, diabetes y obesidad.
Durante el juicio para clarificar la muerte del hombre, el forense que realizó la autopsia, Ian Wade opinó que “en sus últimos días, al beber un volumen particularmente grande de Coca cola, tal vez contribuyó inadvertidamente y sin saberlo a un grave deterioro de su salud física en general”.
Sobre las causa de muerte explicó que estaba ligada a las consecuencias por las diabetes, la epilepsia y la toxicidad en su cuerpo.
Por otra parte, se expuso que Stephen Payne, el hombre que se presume murió por ingerir demasiado refresco pese a su condición de salud, había cancelado las citas con su médico en los últimos años, por lo que no trató de manera adecuada la diabetes.
Además, sobre el día de la muerte, se reveló que Payne dijo sentirse cansado y con dolor de piernas, lo que al parecer no era nuevo.
Pues según una declaración de la pareja leída por un tercerro, Stephen llevaba al menos dos semanas con dolores de cabeza y tensión en las piernas.
Finalmente, se declaró que el día en que Payne falleció, tras presuntamente ingerir mucho refresco en sus últimas semanas pese a sus enfermedades, ingirió más agua de lo normal.