En Praga celebraron el fin del COVID-19 con un banquete kilométrico. Comían todos juntos, como antes

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Una larga mesa se instaló a lo largo de un puente. Ahí todos pudieron estar juntos, como querían desde hace tiempo.

Si algo ha cambiado el coronavirus es nuestro estilo de vida, antes disfrutamos con tranquilidad de los abrazos y los besos. Pero eso cambió cuando el distanciamiento social se hizo norma, era necesario para evitar el contagio o de otro modo no viviríamos para contarlo.

Por suerte algunos países ya han logrado salir de esta engorrosa situación, no ha sido fácil pero sin duda es algo que vale la pena celebrar.

Esto se lo tomaron en serio en la República Checa, específicamente en la ciudad de Praga donde los habitantes tomaron un puente turístico para celebrar el «fin del COVID-19». Para ello armaron una cena kilométrica, donde entre música y risas todos compartían juntos los alimentos.

Este país con 10 millones 700 mil de habitantes tuvo al menos 350 decesos y más de 12 mil contagios, durante un tiempo tuvieron restricciones muy serias que al fin fueron levantadas.

La mesa fue adornada con manteles blancos y flores, cada familia colaboraba con lo que podía pues lo único que contaba era estar juntos. En verdad estaban ansiosos por celebrar que la crisis había terminado, ya no había miedo de estar junto a otros.

Según Univisión uno de los factores que ayudó a contener la enfermedad es que la República Checa tiene pocos visitantes extranjeros, además también permitió que pudiesen disfrutar de un espacio que suele estar lleno.

Este virus nos enseñó a que debemos estar preparados, no importa que la tecnología esté muy avanzada siempre debemos cuidarnos. Lamentablemente esta noticia no ocurre en todo el mundo, aún hay países en la que los números de contagiados solo sigue subiendo.

Esperamos puedan encontrar pronto la tranquilidad que hoy reina en la ciudad de Praga, pero para eso debemos hacer caso a los cuidados.

Hoy por suerte esta ciudad se encuentra libre de la enfermedad, sin duda un proceso difícil pues al volver, seguro se siente algo de desconfianza de estar tan cerca de otros. Esperemos no tener que volver a pasar por un proceso parecido, ha sido un trago amargo en la historia de la humanidad.

Aunque si algo se puede agradecer de estos momentos de dificultad, es que se pudo ver el lado amable de los humanos quienes ayudaron a otros sin importar las dificultades en las que estaban.

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