El misterioso (y exclusivo) Club 33 de Disney al que solo unos pocos elegidos pueden acceder

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Hay que pagar una cuota inicial de más de 44.000 euros y aun así hay una lista de espera de hasta 14 años

Nadie que no forme parte de él sabe qué es lo que ocurre en el selecto Club 33 de Disneyland. Puede que ese secretismo lo haga más llamativo aún porque hay una larguísima lista de espera de varios años (hasta 14), a pesar de que un nuevo miembro tiene que pagar 50.000 dólares (44.210 euros) solo de cuota inicial, a lo que hay que sumar otros 12.00 anuales (10.610 euros), según una de las últimas noticias publicadas al respecto (en Los Angeles Tmes).

Lo ideó el mismísimo Walt Disney tras visitar la Feria Mundial de Nueva York de 1964–1965 y ver los exclusivos Salones VIP por los que se paseaba la élite empresarial. De manera similar, el Club 33 estaba pensado para acoger a patrocinadores y a importantes personajes de la industria, pero finalmente se dio la posibilidad de acceder a él a miembros individuales.

Unos y otros deben cumplir unas estrictas normas (también secretas, por supuesto) y pasar una tarjeta por un lector en la puerta del local para poder entrar físicamente. Ubicado dentro del parque de Disneyland en California (Estados Unidos), no basta con ser socio para ir cuando se quiera, puesto que deben reservar con al menos un mes de antelación para poder acudir allí a pasar una velada.

Lo que ocurre en el local, se queda en el local, pero sí se sabe que los miembros del club tienen beneficios, como pases y recorridos exclusivos por el resort. Eso sí, aunque después han surgido otros dos clubes 33 en los parques temáticos de la compañía en Tokio (Japón) y en Shangai (China), pertenecer a uno de ellos no implica hacerlo también a los otros.

Entre los miembros se encuentran  celebrities   como Elton John y Tom Hanks, que parece que se les habría concedido el privilegio de saltarse la lista de espera. Acceder a él no es, por tanto, solo cuestión de dinero, sino también de prestigio, si bien hay que recordar que ambos han trabajado para Disney, lo que les puede haber facilitado el acceso.

La escasa información que se tiene sobre el Club 33 es a través de quienes han sido expulsados de él por algún motivo (oficialmente, siempre por no cumplir las reglas) o de invitados que de manera ocasional han llevado los socios. Y lo que dicen es que en el Club 33 es que siempre fluye la magia. Como manifestó en su día uno de esos invitados, el actor Maxwell Glick, a Yahoo Entretenimiento, “es un lugar de ensueño para los verdaderos amantes de Disney”.

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