No hay vuelta atrás. Así lo considera el gobierno de Alemania, que este sábado cerró sus últimas tres plantas de energía nuclear.
Isar 2, Emsland y Neckarwestheim 2 fueron desconectadas.
Es “el final de una era”, dijo la empresa de energía RWE en un comunicado en el que confirmó que los tres reactores habían sido desconectados de la red.
La medida no sorprendió, pues había estado programada para finales de 2022. Sin embargo, la guerra en Ucrania obligó a su postergación: la interrupción del suministro del gas ruso a Alemania despertó los temores de una emergencia energética.
De hecho, hubo llamamientos y movilizaciones para que se volviera a retrasar el cierre de los tres reactores nucleares.