Dorothea Puente: La fría asesina serial que se escondía en la fachada de una amable y tierna anciana

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Detrás de la fachada de una amable y tierna anciana se escondía una fría asesina serial conocida como Dorothea Puente, que a sus 59 años de edad mató a nueve personas y se encargó de enterrarlas en su patio, todas ellas habitaban junto a ella es una casa de huéspedes que ella dirigía en Sacramento, Estados Unidos.

Las cosas iniciaron mal desde que era una niña, nacida bajo el nombre de Dorothea Helen Grey el 9 de enero de 1929 era la sexta hija de siete hermanos, su padre padecía tuberculosis y su madre era adicta al alcohol, por lo que vivía en un ambiente lleno violencia y problemas físicos y mentales.

Trudy, la madre de Dorothea, incluso llegó a ser arrestada por estar borracha en público, mientras que su padre murió a causa de la enfermedad, por lo que fue criada en mayor parte por sus hermanos.

Junto a su madre, se mudaron a San Dimas, en California, en donde Dorothea comenzó a mostrar los primeros desplantes de su situación, empezó a inventar historias sobre su vida y crear versiones que fueron aumentando con los años hasta volverse mentiras patológicas.

Debido a los malos tratos que recibió por parte de su madre, ella y todos sus hermanos fueron llevados a un orfanato estatal, en donde quedaron huérfanos tras la muerte de su madre en un accidente.

Según el diario El Clarín, Dorothea fue víctima de abusó sexual desde los nueve años de edad y pasó por varios hogares de acogida hasta que se volvió una trabajadora sexual creándose una nueva vida.

Se casó en varias ocasiones, durante ese tipo tuvo dos hijas que no crió, fue arrestada por trata de personas e ingresada al psiquiátrico, sin embargo tras su tercer divorcio, esta vez de Roberto Puente, dio inicio con la vida de una asesina serial.

Abrió una pensión para ancianos, enfermos y alcohólicos en Sacramento, en donde su primeros movimientos fueron con base en estafas a todos los residentes, por lo que fue acusada de 34 delitos de fraude que la llevaron a recibir una condena de 2 años y medio de libertad condicional.

Construyó una buena relación con los trabajadores sociales para tenerlos de su lado e ingresó a la política para crear una imagen impecable.

Las muertes iniciaron en 1982, cuando su amiga Ruth Monroe murió una semana después de entrar a la pensión, falleció por sobredosis de codeína y paracetamol, aunque en realidad era envenenada por Dorothea con té de menta. Le hizo creer a todos que se trataba de un suicidio por depresión.

Luego murieron Dorothy Miller, de 64 años, Benjamin Fink, de 55 años y Betty Palmer, de 78 años por una sobredosis de alcohol. Sus cuerpos fueron encontrados en el jardín de Dorothea junto a los cadáveres de Leona Carpenter, James Gallop y Vera Faye Martin.

Las sospechas nunca fueron en su contra hasta 1988, cuando los vecinos comenzaron a quejarse del olor que había en la pensión, pero Dorothea se excusaba con una falla en las tuberías. El jardín había sido tapado con cemento por un trabajador que luego fue asesinado.

Al lugar arribaron miembros de la policía a inspeccionar, entonces notaron la tierra removida en el patio y tras excavar notaron el resto de algunos cuerpos, había trozos de tela y piezas de cuero que parecían carne deshidratada.

“Pude ver a Dorothea mirándonos por la ventana, arriba” dijo uno de los policías que estuvo en la escena.

Puente huyó en ese momento, aunque más tarde fue capturada y llevada a juicio en donde se le dio cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Murió en prisión en 2011 por causas naturales.

(Con información de Debate)

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