El reencuentro con su dueño fue uno de los momentos más tiernos del confinamiento, un vídeo que ya han visto 50 millones de personas y les ha cambiado la vida
En pleno confinamiento, un tierno animal se coló en nuestras vidas. Desde la casa de campo en la que vive en El Borge (Málaga), Baldomera nos emocionó cuando se reencontró con Ismael. 50 millones de personas han escuchado sus rebuznos ante el llanto de su dueño, algo que nadie esperaba. Como tampoco apostaban por seguir siendo noticia meses después. Y es que dos empresas estadounidenses pugnan por los derechos de imagen de la burra de oro.
En pleno confinamiento, un tierno animal se coló en nuestras vidas. Desde la casa de campo en la que vive en El Borge (Málaga), Baldomera nos emocionó cuando se reencontró con Ismael. 50 millones de personas han escuchado sus rebuznos ante el llanto de su dueño, algo que nadie esperaba. Como tampoco apostaban por seguir siendo noticia meses después. Y es que dos empresas estadounidenses pugnan por los derechos de imagen de la burra de oro.
Decir que el vídeo de Ismael y Baldomera se hizo viral es una evidencia. Este tipo de contenido inunda las redes sociales rápidamente y según llega, acaba yéndose. Pasado el tiempo quedan pequeños resquicios o alguna referencia aislada, pero este no es el caso de la burra malagueña más famosa. Tal y como informa El Español, sus derechos de imagen son el objeto de deseo de dos compañías de Estados Unidos.
Y es que puede que Baldomera se haya convertido en el primer animal de su especie con abogados especializado en temas de imagen y asesores legales. Ismael tuvo que contratarlos en el momento en el que el pollino empezó a generar ingresos puesto que tenía que tributar esos beneficios. Ahora hay que sumar el asunto de los derechos de imagen: aunque los animales no tienen, no podemos olvidarnos ni de la propiedad intelectual del vídeo ni de los derechos de explotación y de obra.
Las condiciones
Los derechos de imagen de la burra malagueña ya pertenecen a una empresa de EEUU, pero ahora ha aparecido otra que pretende hacerse con ellos. Pase lo que pase, Baldomera se llevará un 70% de lo que genere. No es la única condición que su dueño Ismael ha puesto sobre la mesa: la cláusula más importante mantendrá al animal en Borges, seguirá viviendo allí en libertad y no se moverá.
Por otro lado, estas compañías no podrán reclamar nada a los medios españoles que hayan colgado el vídeo y no podrán hacer uso de los derechos del asno dentro de nuestras fronteras. Al mismo tiempo, las obras derivadas del vídeo deberán transmitir una serie de valores a la sociedad: amistad y respeto a la naturaleza y a los animales.
Los proyectos
Por ahora, Baldomera e Ismael han firmado la realización de un documental para el extranjero y varias editoriales españolas les han propuesto llevar a cabo unos cuantos cuentos infantiles. ¿Y el merchandising? Llegará: cuando hayan dado forma a la tienda virtual, los seguidores de la burra malagueña podrán comprar distintos objetos con su imagen. De momento ya se han reservado 200 tazas a través de su página web. Y esto sólo es el principio.