El hongo Sporothrix brasiliensis era prácticamente un desconocido hasta mediados de la década de 1990.
Pero desde entonces se ha convertido en un problema de salud pública en América Latina, ya que causa graves lesiones cutáneas en gatos y humanos.
Los primeros casos de infección por este patógeno se detectaron en Río de Janeiro, donde los investigadores descubrieron la transmisión de gatos callejeros a personas.
Las infecciones se extendieron deprisa a otros estados brasileños.
Un hospital público de Sao Paulo vio cómo se multiplicaban los casos en un período de 15 años, según un estudio publicado en septiembre
“Solíamos ver uno o dos casos al año”, afirmó el Dr. John Verrinder Veasey “Ahora los encontramos dos o tres veces por semana”, agregó. En diciembre, la dermatóloga brasileña Rossana Sette publicó imágenes de lesiones en la piel provocadas por una infección