(VIDEO) Chen Tao, el extraño culto que veneraba a los ovnis y creía que dios aparecería en la televisión

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Chen Tao fue fundada por Hon-Ming Chen, profesor de sociología que mezcló todo tipo de ideas religiosas y filosóficas para su culto.

Entre 1993 y 2001 existió una extraña secta denominada Chen Tao (‘el tao de Chen’, o ‘el sendero verdadero’). Su nombre oficial era Asociación de Investigación de la Luz del Alma. Se trataba de una religión conformada por diversas ideologías (entre ellas la creencia en seres extraterrestres) creada por Hon-Ming Chen (1955-), que existió en Taiwán y Estados Unidos.

Chen, antiguo profesor de sociología en la Facultad de Farmacología y Ciencias de Chianan, fundó esta secta religión mezclando creencias del budismo, religión popular, cristianismo y cultos occidentales de la Nueva Era.

Este sujeto creía en la intervención extraterrestre en los asuntos humanos. Expuso una compleja teología basada en las ideas de la energía espiritual, una variante del pensamiento chino ch’i-kung, modificando las ideas populares tradicionales chinas de acuerdo con su lectura de la física occidental y las ideas asiáticas y occidentales de la demonología.

Al creer en la existencia de espíritus malignos, integró en su teología ideas cristianas milenaristas y escatológicas, y se autodenominó como profeta capaz de trazar el curso de la conflagración venidera y el camino hacia la salvación individual.

El Chen Tao y sus creencias extravagantes

Al indagar en las creencias de los seguidores del Chen Tao, nos damos cuenta de que había todo tipo de extravagancias:

Chen creía que la Tierra pasó por cinco “tribulaciones” desde la época de los dinosaurios y cada una de estas “tribulaciones” fueron sobrevividas solo por los seres ubicados en Norteamérica  -que fueron rescatados por dios en un platillo volador.

También creía que el Sistema Solar tenía 4.500 trillones de años, unas 300 veces el estimado por la ciencia, y para terminar creían que este fue formado gracias a una guerra nuclear.

Las personas que formaron parte de este culto eran millonarias en su mayoría, las cuales fueron vendiendo todas sus posesiones en Taiwán para mudarse progresivamente a los Estados Unidos. Primero arribaron a San Dimas en California y luego a Garland, una pequeña ciudad de trabajadores en Texas. En los EEUU la iglesia cambió su nombre a God’s Salvation Church.

Investigaciones y comportamientos extraños

Todos los pertenecientes a este culto vestían de la misma manera: ropa, zapatos y sombreros blancos. Autoridades estadounidenses en colaboración con las taiwanesas comenzaron a vigilar de cerca al grupo, tanto por su apariencia extraña como por las compras que comenzaron a hacer en la zona y las extrañas actividades que llevaban a cabo.

Meses después de la llegada de Chen a Garland, su culto compró cerca de 30 casas en un radio de 2,5 millas. Además de ello hicieron una peregrinación a una planta de acero para conducir una ceremonia de purificación y el grupo pasó unas semanas en la Columbia Británica.

Su principal objetivo era buscar a un hombre al que Chen denominó como “El Jesús de Occidente”. Se trataba de un hombre de 28 años y de casi 2 metros de altura cuyo aspecto recordaba mucho al del expresidente de los EE.UU. Abraham Lincoln.

Dios en la televisión

El punto culminante de las estrafalarias ideas de Hon-Ming Chen y su secta Chen Tao llegó la madrugada del 24 de marzo de 1998, fecha en la cual, según las ideas de este líder, Dios hablaría a través del canal 18 de todos los televisores del mundo.

Días después, el 31 del mismo mes, Dios aparecería en la casa de Chen, en Garland, para poseer su cuerpo y mente y actuar a través de él. Chen afirmaba hablar con Dios a través de un anillo que tenía ciertos poderes para ello.

Asimismo, los miembros más importantes de esta secta serían llevados a Marte a bordo de platillos volantes u ovnis antes de la destrucción del mundo.

Como si lo anterior no fuera suficiente, afirmó que Asia viviría un Apocalipsis nuclear, además de una crisis económica y todo tipo de catástrofes. El fin del mundo llegaría en 1999 con una lluvia de fuego nuclear que arrasaría con el continente.

Del ridículo al olvido

Cuando llegó el día y no pasó nada, Chen quedó casi en ridículo. Sin embargo, se ofreció para que lo castigaran a través de la lapidación o la crucifixión y le dio carta abierta a sus seguidores para abandonarlo. Nunca lo castigaron, pero sí lo dejaron de forma progresiva.

Semanas después, trasladó su culto al estado de Nueva York. Una gran parte de sus seguidores regresaron a Taiwán o solicitaron el estatus de inmigrante legal en los Estados Unidos.

Hon-Ming Chen fue rechazado por los miembros que quedaban, que pensaron que la mejor idea era formar una nueva secta con miembros renovados, el Gran Camino Verdadero en 2002. Finalmente, el Chen Tao cayó en el olvido hasta su disolución.

(Con información de Muy Interesante)

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