Un equipo internacional de astrónomos ha encontrado un extraño objeto en forma de espiral girando en el centro de la Vía Láctea. La “galaxia en miniatura” fue descubierta utilizando el telescopio Atacama Large Millimeter/Sublimeter Array (ALMA) en Chile. Los datos se publicaron en la revista Nature Astronomy.
La estrella está ubicada a unos 26,000 años luz de la Tierra cerca del denso y polvoriento Centro Galáctico, dentro de un enorme disco protoestelar, y es aproximadamente 32 veces más masiva que el Sol. Se cree que el disco tiene 4000 unidades astronómicas o 4000 veces la distancia entre la Tierra y el Sol.
El descubrimiento
Los investigadores del Observatorio Astronómico de Shanghai sospechan que en un inicio el disco no tenía esa forma de espiral. Esto debido a su movimiento natural. Por ese motivo, propusieron que el disco tuvo un encuentro cercano con otro objeto, causando que los brazos espirales se desarrollaran.
El equipo, junto a expertos de la Universidad de Yunann, el Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y el Instituto Max Planck probaron su hipótesis calculando las posibles órbitas del misterioso objeto. Luego, realizaron simulaciones para ver si la órbita acercaba el objeto lo suficiente como para formar un disco protoestelar que lo hiciera girar en espiral.
Los resultados mostraron que si el objeto seguía determinado patrón, podría haber pasado a través de su disco hace unos 12.000 años. Este movimiento es lo que habría dado su actual forma de espiral.
«El buen ajuste entre los cálculos analíticos y las simulaciones numéricas junto con las observaciones a través de ALMA proporciona una fuerte evidencia de que los objetos en espiral alrededor del disco son reliquias de objetos que se aproximan», explicó Lu Xing, coautor del estudio.
Formación estelar
El Centro Galáctico es un lugar único e importante en la formación estelar, señalan los autores. Además del agujero negro Sgr A*, el Centro Galáctico también contiene una reserva grande y densa de moléculas de gas, la mayoría llena de hidrógeno. Este material es bastante importante en la formación de estrellas, pues les da forma cuando comienza la colisión gravitacional.
El entorno del Centro Galáctico es único con su turbulencia y su fuerte campo magnético, tal y como lo es poder de las mareas de Sgr A*. Todos estos elementos son muy importantes en la formación de estrellas en la región.
Observar directamente este proceso de formación de estrellas del Centro Galáctico es muy desafiante. La distancia entre el Centro Galáctico y la Tierra es muy poderosa y la contaminación es compleja, hechos que dificultan la hazaña.
Dicha densidad del centro significaría que está sobrecargado con espirales en miniatura, esperando ser descubiertas. Es posible que los científicos no lleguen al centro de esta muñeca cósmica durante mucho, mucho tiempo.
(Con información de robotitus.com)