Entre los oficios “poco comunes”, está la Tanatopraxia, descubre las historias de los maquillistas de las “morgues y funerarias”.
¿Te daría miedo maquillar a una persona que dejó este plano? La tanatopraxia es el arte de maquillar a los cuerpos, para que luzcan como “si estuvieran aún respirando” y que luzcan plenos. ¿Te imaginas las experiencias paranormales que tienen estos maquilladores?
Según detallan medios especializados, este oficio es uno de los “poco comunes”, pero no significa que las personas, no lo practiquen. De hecho, se enfocan mucho en hacer lucir a los cuerpos, como los familiares les gustaría “verlos” para una despedida eterna.
“La muerta no es bonita. En otras culturas no es el final pero para los occidentales, la muerte es el final de la vida. Un tema tabú del que queremos huir y deshacernos en la mayor brevedad posible”, dijo Manuel Martín, quien practica este oficio.
Asegura que los casos más difíciles son en los que toca “maquillar” a alguién joven, que haya dejado este plano a causa de accidente, bebes o niños. Al mismo tiempo, las personas que trabajan en la funeraria, no solo maquillan, también les toca vestir y bañar los cuerpos. Los familiares eligen la ropa y todos los detalles que quieren visualizar.
Aunque no confirman actividad “paranormal” mientras realizan el trabajo, aseguran que es algo duro de realizar, que requiere un “don de servicio y vocación” que no todo el mundo tiene. La percepción de frialdad al tacto, es uno de las características que más asombra a quienes trabajan de cerca “con la muerte”. La rigidez, el color amarillento y la inexpresividad, son retos a los que el maquillador tiene que “vencer”, valiéndose de todas las herramientas para que su “modelo”, luzca lo más natural posible.
Extrañamente en Colombia, la formación para dedicarse a la tanatopraxia es un sector “poco concurrido” y que por ser algo relacionado a la estética, puede ser muy bien remunerado, en comparación al resto de oficios. Detalla el portal TuSalario, que un profesional de pompas fúnebres y estética, puede llegar a ganar poco más de un millón 900 mil pesos colombianos. ¿Te le medirías a realizar este oficio?
(Con información de Colombia.com)
