El plan que tiene un grupo de científicos para interceptar objetos interestelares

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Tal vez los objetos interestelares más importantes y llamativos de los años recientes para la ciencia espacial sean 2I/Borisov y Oumuamua.

En los últimos años, los científicos y astrónomos han desarrollado la tecnología necesaria para detectar y seguir de cerca el comportamiento de objetos interestelares. El siguiente paso en la exploración de ellos sería verlos de cerca, por ello es que un grupo de expertos ya está trazando un plan para llevar a cabo este tipo de investigaciones.

Tal vez los objetos interestelares más importantes y llamativos de los años recientes sean 2I/Borisov y Oumuamua. El primero se comportó como un cometa típico una vez que entró en el Sistema Solar, pero el segundo mostró un comportamiento desconcertante: nunca desarrolló una cola cometaria y mostró una aceleración inusual, lo que llevó a algunos científicos destacados a afirmar que se podía tratar de una sonda alienígena.

En busca de la verdad

Para evitar caer en conjeturas sin sustento, los expertos saben que deben acercarse lo más que se pueda hasta estos objetos y examinarlos a la luz de la ciencia. Para ello, expertos del Observatorio Vera C Rubin Legacy Survey of Space and Time (LSST) trabajan en una lista de criterios para definir los objetos interestelares que ameritan examinarse de cerca, así como la mejor manera de hacerlo.

Primero, lo más importante sería definir de dónde viene. Aunque no existe un ángulo “óptimo” para que un objeto interestelar (ISO) se acerque, sí que hay una diferencia en función del lugar en el que se encuentre el interceptor interestelar (ISI).

Según los expertos, el mejor lugar para ello es probablemente el punto de Lagrange L2 Tierra-Sol. En primer lugar, se necesita muy poco combustible para permanecer en la estación, y cualquier ISI podría tener que permanecer esperando en modo de almacenamiento durante varios años.

Una vez que tenga que entrar en acción, otro residente de L2 podría ayudarle a hacerlo. El Observatorio Espectroscópico en el Dominio del Tiempo (TSO) de la NASA es un telescopio de 1,5 m que está previsto ubicar en el punto de Lagrange de L2, junto con otros telescopios más famosos como el James Webb, aunque éste suele ser más lento en su funcionamiento.

En ese sentido, quizás la mejor opción sea el proyectado Near Earth Object Surveyor, que se pretende situar en el punto de Lagrange L1 del sistema Tierra-Luna.

Amplias posibilidades en un plazo de 10 años

Los autores de este proyecto calculan que hay un 85 por ciento de posibilidades de que un ISI almacenado en L2 sea capaz de encontrar un objeto de interés del tamaño de Oumuamua en un plazo de 10 años.

Cuando se combinen con el TSO, estos dos telescopios de reacción rápida deberían ser capaces de capturar imágenes de cualquier objeto interestelar que entre en el Sistema Solar interior y que no esté directamente en una trayectoria a lo largo de la línea de base L1-L2.

Una vez detectado, el siguiente objetivo sería llegar al objeto interestelar. Lamentablemente, algunos estarán fuera de alcance desde el punto de vista de la mecánica orbital.

En cuanto se detecte la presencia del objeto interestelar, el resto es esperar de manera paciente para hacer contacto con él en el momento adecuado.

Una vez que el ISI alcance el ISO, podrá comenzar a observarlo de cerca para hacer un mapa espectroscópico completo de materiales tanto naturales como artificiales. Esto podría ayudar a resolver un debate vital: el de si tales objetos son de procedencia extraterrestre.

Los astrónomos de este observatorio afirman que tiene la capacidad de detectar entre 1 y 10 objetos interestelares del mismo tamaño que Oumuamua cada año.

(Con información de Muy Interesante)

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